Instalar paneles solares por cuenta propia se ha convertido en una opción popular para quienes buscan ahorrar dinero y adquirir experiencia en el sector de las energías renovables. Sin embargo, como cualquier proyecto ambicioso, esta opción presenta ventajas y riesgos significativos.
Una de las principales ventajas de la autoinstalación es el ahorro. El coste de una instalación profesional puede representar entre el 10 % y el 20 % del importe del proyecto, por lo que al realizar todo el trabajo usted mismo, puede reducir significativamente los costes totales. Además, le brinda la oportunidad de controlar completamente el proceso, desde la selección de los componentes hasta la configuración final del sistema según sus necesidades. Además, instalar los paneles por cuenta propia es una valiosa experiencia que le permite comprender mejor el funcionamiento de la energía solar y facilitar el mantenimiento de la planta en el futuro.
Sin embargo, también existen desventajas significativas. La más importante es el riesgo de una instalación incorrecta. Sin los conocimientos y la experiencia adecuados, se pueden cometer errores que pueden provocar una reducción de la eficiencia, el sobrecalentamiento del equipo o incluso un cortocircuito. A menudo, los sistemas autoinstalados pierden la garantía del fabricante o no cumplen con los requisitos de las aseguradoras y las normativas locales. Además, la instalación en altura siempre conlleva riesgo de lesiones, y los trabajos eléctricos complejos requieren el cumplimiento de todas las normas de seguridad.
En resumen: instalar paneles solares uno mismo es una forma eficaz de ahorrar dinero para profesionales experimentados con sólidas habilidades de instalación y electricidad. Al mismo tiempo, a los principiantes o propietarios de sistemas complejos les conviene confiar en profesionales: así garantizan la seguridad, la fiabilidad y la máxima eficiencia de su planta solar durante años.